El derecho al juego está contemplado por la Convención sobre los Derechos del Niño, que fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.
La República Argentina adhiere a la Convención al sancionarla como Ley Nº 23.849 el 27 de septiembre de 1990, y en el año 1994 le otorga rango constitucional al incorporarlo en el artículo 75, inciso 22 de la Constitución de la Nación Argentina.
A través del Decreto N° 1436/05, la Ciudad instituye el 27 de septiembre como el Día del Derecho a Jugar a fin de “recuperar la idea del juego por el juego, es decir, no desde un valor instrumental, sino asumiéndolo como esencial para la construcción de la subjetividad del niño. De tal modo, el juego es participar, vincularse, expresarse, crear y deshacer, transformar y transformarse.”